David Chipperfield, artífice de una arquitectura meditada, serena y precisa, que resiste el paso del tiempo y que prima el equilibrio frente a la exageración, se ha alzado hoy con el Premio Pritzker 2023, según ha anunciado hoy el jurado del galardón.

El arquitecto británico se ha declarado “abrumado” al conocer el fallo del premio, que se le resistía desde hacía años. “Como arquitectos podemos tener un papel más destacado y comprometido en la creación no solo de un mundo más hermoso sino también más justo y más sostenible -ha dicho-. Debemos estar a la altura de este desafío y ayudar a la próxima generación a aceptar esta responsabilidad con visión y coraje”.

Chipperfield (Londres, 1953) ha firmado a lo largo de más de cuatro décadas más de cien proyectos, entre los que destacan intervenciones en edificios públicos como el Neues Museum de Berlín, la Royal Academy of Arts o las Procuradurias de Venecia (Procuratie Vechie). Su estudio tiene sedes en Londres, Berlín Shanghai, Milán y Santiago de Compostela (Galicia, norte de España).

El inglés, formado con Richard Rogers Norman Foster en su juventud, tiene una relación muy especial con la región española de Galicia, su segunda casa, donde veranea desde hace tres décadas. El arquitecto y su familia tienen una casa en el pueblo gallego de Corrubedo. Allí fundó en 2017 RIA, un foro de debate, desarrollo y promoción de ideas para apoyar el desarrollo y protección del paisaje y la economía local de la zona, y ha llevado a cabo colaboraciones con firmas locales como Sargadelos.

El Premio Pritzker, considerado el más alto reconocimiento mundial de la arquitectura se suma a otros galardones: la RIBA Royal Gold Medal, el Premio Mies van der Rohe -ambos en 2011- y la Medalla Heinrich Tessenow (1999).

La Neue Nationalgalerie berlinesa, una de las obras recientes de Chipperfield, quien restauró el icónico edificio de Mies van der Rohe (REUTERS/Michele Tantussi)La Neue Nationalgalerie berlinesa, una de las obras recientes de Chipperfield, quien restauró el icónico edificio de Mies van der Rohe (REUTERS/Michele Tantussi)

No hay dos Chipperfield iguales

“Sutil pero poderoso, moderado pero elegante, es un arquitecto prolífico que es radical en su moderación, demostrando su reverencia por la historia y la cultura”, señala el fallo del jurado. No existen dos edificios de David Chipperfield iguales, sino diferentes edificios diseñados específicamente para cada circunstancia, defiende fallo.

Frente a la extravagancia que ha marcado la arquitectura en las últimas décadas, el arquitecto inglés opta por una modernidad atemporal, marcada por la elegancia, lo que hace que muchos de sus edificios pasen completamente desapercibidos y no se pueda hablar de un sello distintivo de su obra.

“Diseñar no es inventar colores y formas. Se trata de desarrollar una serie de preguntas y de ideas que tienen cierto rigor y consecuencia -dice Chipperfield-. Y si puedes hacer eso, no importa qué camino sigas, siempre y cuando lo hagas bien y hayas sido consecuente en el proceso.”

El nuevo Premio Pritzker marca la senda emprendida por el jurado del galardón desde hace años, que apuesta por una arquitectura al servicio de la ciudadanía y las ciudades, más austera y menos espectacular.

“Sus edificios siempre resistirán la prueba del tiempo porque el objetivo final de su operación es servir al bien mayor. Evitar lo que está de moda le ha permitido perdurar”, asegura Alejandro Aravena, presidente del jurado y también ganador del Pritzker.

Obra de David Chipperfield en Nueva YorkObra de David Chipperfield en Nueva York

Convivencia frente a protagonismo

La crítica ha dicho de Chipperfield que sus edificios no chillan, sino que hablan. El arquitecto inglés cree que el papel del arquitecto es fomentar nuevas formas de mejorar la vida y medios de subsistencia en un planeta donde la humanidad ha hecho de su hogar “un lugar de fragilidad”.

Su ‘modus operandi’ se aprecia especialmente en los museos que ha diseñado, un tipo de edificio para el que tiene buen ojo y que desafían la idea de que se trata de un lugar para la cultura de élite. Chipperfield deshecha la moda de crear “un escaparate para el arte” -que ha apuntalado la gentrificación de muchas ciudades modernas- y apuesta por espacios que rompe fronteras e invita al público a participar.

Sus intervenciones más destacadas se encuentran en museos como el Neues Museum y la James Simon Gallery (Berlín), y edificios de nueva planta como el Museo de Arte de Saint Louis (Missouri) y los museos alemanes de Literatura Moderna y de Folkwang.

“Como arquitecto, soy en cierto modo el guardián del significado, la memoria y el patrimonio”, dice Chipperfield. Y es que donde otros arquitectos ven la oportunidad para agregar un proyecto estrella a su portofolio, el ve una oportunidad para servir a un bien mayor.

La entrega del Premio Pritzker 2023 se llevará a cabo en Atenas en mayo, donde el estudio del arquitecto ha ganado la restauración del Museo Nacional Arqueológico de la ciudad.

Ciudad de la Justicia, una de las obras que Chipperfield diseñó en EspañaCiudad de la Justicia, una de las obras que Chipperfield diseñó en España

Cinco obras imprescindibles de David Chipperfield

Los edificios de David Chipperfield destacan por su diseño meditado y clásico, y su radical moderación hace que en ocasiones pasen desapercibidos. A continuación detallamos cinco edificios imprescindibles para entender la obra del nuevo Premio Pritzker 2023.

– Neues Museum (Berlín, 2009). La reconstrucción de este edificio devastado durante la Segunda Guerra Mundial fue una de las primeras grandes obras del arquitecto inglés y toda una clase maestra sobre cómo apostar por la conservación frente a la intervención. El proyecto -firmado a medias con Julian Harrap– devolvió su espíritu original al edificio, destinado a atesorar antiguos tesoros como el busto de Nefertiti.

El proyecto usó murales y mosaicos antiguos detalladamente restaurados y, allí donde hacía falta incorporar materiales nuevos, eligió aquellos que evocaban la antigüedad del edificio, con un imponente resultado.

Neues Museum de Berlín, rehabilitado por David Chipperfield

Neues Museum de Berlín, rehabilitado por David Chipperfield

– Royal Academy of Arts (Londres, 2018). El proyecto es una de muchas ocasiones en las que Chipperfield ha optado por pasar desapercibido frente a dar un golpe de efecto. La Royal Academy of Arts adquirió un edificio adyacente en los noventa. El proyecto rehabilitó ambos y los conectó dando coherencia a todo el complejo. La belleza del proyecto reside en la conexión apenas se nota, pese a que permitió ganar espacio para exposiciones y conferencias.

 Oficinas Amorepacific (Seúl, 2017). El objetivo principal del arquitecto inglés fue crear “un edificio con una identidad distinta”. La planta baja de la imponente construcción está abierta por cada lado, invitando a los viandantes a acceder. El hall de entrada es lugar de recepción, pero también un lugar para celebrar eventos y actividades culturales, con un museo, una biblioteca, una cafetería y zonas comerciales. Las oficinas comienzan en la primera planta.

Edificio de oficinas Amorepacific, en Seúl, Corea del SurEdificio de oficinas Amorepacific, en Seúl, Corea del Sur

– Ciudad de la Justicia (Barcelona, 2002-2011). En vez de un único edificio que agrupara todas las dependencias judiciales de la ciudad, el arquitecto apostó por crear una decena de edificios, de distintos colores, interconectados y dispuestos alrededor de una plaza central. La composición global intenta romper la imagen rígida y monolítica de la justicia, al mismo tiempo que crea relaciones entre las diferentes áreas de trabajo, las áreas públicas y el paisaje.

– Neue Nationalgalerie (Berlín, 2021). El icónico edificio de Mies van der Rohe fue un capítulo más del idilio entre Chipperfield y Alemania. La restauración de esta obra maestra de la arquitectura europea supuso desmontar, clasificar y volver a su lugar más de 30.000 piezas originales del edificio. Chipperfield reparó la estructura de hormigón y realizó mejoras técnicas en iluminación, seguridad y ventilación, sin comprometer el espíritu original del edificio.

Fuente: EFE