Después de años en juicio, los tribunales de Queens, Nueva York, en Estados Unidos, por fin resolvieron la condena para una mujer que protagonizó un delito que suena como si fuera una película. Son 21 años de cárcel los que deberá pasar Viktoria Nasyrova (47) después de intentar asesinar a su cosmetóloga.
Nasyrova habría cometido este acto con el propósito de suplantar la identidad de la mujer, ya que la policía la descubrió en posesión de los documentos de la profesional.
«Despiadada y calculadora»
Fue el 28 de agosto de 2016 que Nasyrova acudió a la casa de Olga Tsvyk, en ese entonces de 53 años, la esteticista con quien se colocaba pestañas postizas.
A pesar de la diferencia de edad entre las mujeres, ambas compartían características físicas similares e incluso tenían la misma legua madre, el ruso.
Es por esta razón que se presume que Nasyrova intentó cometer el crimen, junto con el robo de joyas, del pasaporte y del permiso de trabajo de su víctima.
«Una estafadora despiadada y calculadora va a pasar mucho tiempo en la cárcel por intentar asesinar para obtener beneficios y ganancias personales. Afortunadamente, la víctima sobrevivió al atentado contra su vida y pudimos hacerle justicia«, declaró la fiscal del caso, Melinda Katz.
«Era fácil para ella matar»
El día que Nasyrova llegó a la casa de Tsvyk no lo hizo con las manos vacías, según relataron en la corte, llegó a la residencia con una caja con el postre típico estadounidense: cheesecake.
Nasyrova sirvió dos porciones de esta torta y uno de los trozos se lo dejó a su cosmetóloga. Pero la mujer nunca sospechó que la delicia incluía una gran dosis de fenazepam, un poderoso sedante recetado para la ansiedad.
Las drogas le provocaron mareos, vómitos y finalmente perdió la conciencia. Al día siguiente fue descubierta, aún inconsciente, pero en una escena muy diferente. Pastillas de fenazepam habían sido regadas a su alrededor para que el delito pareciera un suicidio.
Afortunadamente, la víctima pudo llegar a tiempo a un servicio de salud, en donde recibió los tratamientos necesarios para su recuperación, y el día de la sentencia fue autorizada a entregar sus propias declaraciones.
«Para ella fue fácil robar. Era fácil para ella matar», habría comentado la superviviente ante el juez y el jurado.
«Una mujer extremadamente peligrosa»
«Una mujer extremadamente peligrosa«, esas fueron las palabras con que Kenneth Holder, de la Corte Suprema de Justicia en Queens describió a Nasyrova, pues, este no habría sido su primer delito.
En el año 2014, Nasyrova habría asesinado y robado los ahorros de quien ese tiempo era su vecina en Rusia. Durante años la mujer se mentuvo como una fugitiva internacional y, según reportaron en New York Post, tiempo más tarde llegó a Brooklyn, Nueva York, a trabajar como dominatrix.