Por Raúl Germán Bautista.- Sentimientos de estrés, enojo, frustración, tensión, ansiedad, entre otros, percibió Lucivel Ávila, doctora en Comunicación de Masas: Información, Entretenimiento y Propaganda y experta en comunicación no verbal, al hacer un análisis comunicacional profundo a la entrevista reciente que participó Antonio Espaillat, gerente de la siniestrada discoteca Jet Set, acontecimiento que ha provocado la muerte de 232 personas.

En exclusiva para N Digital, Ávila —quien también es decana de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación en la Universidad Católica Santo Domingo (UCSD)—analizó las respuestas en estas preguntas hechas por Edith Febles: ¿Esto se pudo evitar?, ¿esto sería negligencia?, ¿cómo usted se siente?, ¿qué consecuencias cree que puede tener usted?, esa noche la estrella que cantaba era Rubby Pérez, ¿cómo fue su relación con él?, ¿qué usted les diría a sus hijas en estos momentos?

También, ¿emocionalmente, usted dice que no ha tenido vida, eso qué implica en los últimos días?, ¿usted tenía un lugar específico?, ¿usted ha tenido la oportunidad de ver el lugar, de ver lo que pasó?

Lucivel Ávila dice que ese análisis ofrece una mirada profesional al manejo comunicacional en momentos de crisis y pone en relieve la importancia del manejo de las emociones, ante tragedias de gran impacto social.

“Este es un análisis técnico, desde mis conocimientos y para que cada quien saque su opinión; no es una conclusión. Es solo un conjunto de pistas para notar consistencias, coherencias, tendencias o focos que merecen atención”, detalla.

Establece que Antonio Espaillat se presentó con pies firmes en el piso, en posición estable y relajada, que es ideal para mostrar seguridad y confianza en sí mismo y mantuvo mucho tiempo las manos unidas y colocadas entre las piernas, que puede denotar inseguridad o una búsqueda de calma y protección.

“Sentado en silla de espaldar bajo que apoya el mensaje de relajación y apertura; ligeramente encorvado, pero posicionado hasta atrás, que lo evidencia calmado, sin deseos de huir. En general, no utilizó los brazos del asiento para apoyarse, develándole con tímida proyección y esto pudo ser para mostrar recogimiento y reflexión”, explica.

Agrega: “Es notorio que la cámara le enfoca desde su lado derecho, siendo el izquierdo el que refleja mejor las emociones internas, y que suele considerarse para dar pistas de sinceridad en la expresión. En ningún momento luce desde una toma frontal, lo cual no permite hacer un análisis más profundo. Con la barba algo desaliñada para acentuar la informalidad y restarle ‘estructura’ al encuentro”.

Dice que su camisa blanca expresa pureza y tranquilidad y sus mangas cortas dan una sensación informalidad y sencillez.

“Contextualmente ubicado en un ambiente de hogar, que puede proyectar intimidad y deseo de expresar sentimientos sinceros. Pared marrón (calidez, fiabilidad y seguridad) y escenario sin interruptores visuales, como adornos o mucha decoración. Él se ve cómodo, aun cuando por largos momentos son escasos los movimientos de manos, o el tiro de cámara le desfavoreció demasiado en este aspecto. Fue favorable no cruzarse de piernas, para indicar apertura”, adelanta.

Expresa que lleva su cabeza hacia la derecha, su lado racional, conectando con una respuesta pensada.


“Evitó cambios bruscos de voz que denotaran fuertes emociones, aunque se evidencie en el volumen un bajo estado de ánimo. Luce ser una entrevista cuidada, controlada y racional. Claro, por más que se busque el 100% de consciencia, siempre habrá fugas emocionales o micro expresiones que delatan lo que realmente sentimos”, comunica.

ALGUNAS FRASES EN PARTICULAR:

A los seis minutos, Edith le pregunta si la tragedia se pudo evitar, fue negligencia.

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Respuesta: “Yo me siento…Yo me siento…impotente. Si hubiera sido algo que se pudiera evitar, usted puede estar segura de que yo lo hubiera tratado de evitar, porque como le digo… yo… mi hermana estaba ahí, mi madre estaba ahí, todo el tiempo también, yo estaba… y aparte por un tema de responsabilidad, yo no hubiera permitido jamás… pero, no hubo nada; no hubo un aviso, nada. Todos nos sorprendimos”.

Busca huir de esa situación con cierre prolongado de parpados; es un intento de alejarse de lo que está diciendo o recordando para tranquilizarse, y un deseo de no ver o enfrentar la situación.
Mayor apertura de ojos, elevación de las cejas y contracción en el entrecejo se asocia con asombro, pero también con deseos de mostrarse convincente. Se observan las comisuras hacia abajo conectando con el dolor y apretamiento de labios, que también es de análisis.

Una negación acompañada del vaivén de la cabeza, como reflejo de un no, tiende a ser verídica. Rompe el contacto visual/desvío de mirada que se interpreta generalmente como incomodidad o falta de convicción en lo que se está diciendo en el preciso instante.

La ligera mirada para arriba y hacia la derecha puede señalar que está pensando.

Pregunta sobre lo que implica “no tender vida en los últimos días”.

Respuesta: “En los últimos días, no duermo. En los últimos días hemos estado hablando con las familias de nuestros empleados; hemos estado hablando con familias de las víctimas que se nos han acercado, pero ¿cuantas cosas quisiera yo hacer que no he podido todavía ni siquiera empezar? Pero lo importante es que yo estoy aquí, yo le voy a dar el frente a todo, yo no voy para ningún sitio, yo voy a estar aquí y todo lo que esté a mi alcance y todo lo que yo pueda hacer, lo voy a hacer”.

Tensar nariz se vincula con la rabia, es decir, esa dilatación de las fosas nasales evoca enojo y frustración.

Levantar el mentón al decir “yo estoy aquí” revela cierta seguridad; se empoderó. “No voy” y “lo voy a hacer” con el correspondiente movimiento de cabeza le da veracidad a la expresión.

Luego, Edith pregunta sobre lo qué les diría a las hijas de Rubby Pérez.

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Respuesta: “Yo les diría a sus hijas, primero, que siento… que lo siento, que lo siento muchísimo; que siento el dolor y tengo un gran dolor porque perdí un amigo; Rubby era mi amigo de muchos años, y le diría que entiendo su dolor y entiendo todo lo que puedan estar viviendo y todo lo que pudieran estar pensando”.

La afirmación con la cabeza refuerza el “Rubby era mi amigo”; presume convicción, mientras que hay una negación no verbal a las palabras “entiendo todo” , ya que con la cabeza indica un no, por tanto se observa una incoherencia. Puede ser verídico, pero a lo mejor no siempre lo sintió así… Y al final de esa respuesta, dejó ver un no verbal, sin palabras, y eso se pudiera asociar con retención de información.

Tensión en labios y rostro suele responder a que hay tensión y frustración.

Sobre si había ido al lugar…

Respuesta: “Vi el lugar, vi el lugar y vi lo que quedo… sí, lo vi… cuando lo vi, mi, mi dolor se acrecentó, vi toda una vida, vi todo… no tendría palabras para expresarle todo lo que vi… nosotros nacimos con ese negocio, creado por mi madre… yo no faltaba. En diciembre tuvimos aproximadamente 20 fiestas con artistas en vivo y yo no falté a una fiesta”.
Las cejas levantadas enfatizan la frase; es un énfasis a “sí, yo fui”, y junto al cierre extendido de ojos, como barrera, deja manifiesto un deseo de subrayar lo dicho; añade profundidad a la frase.

Una ligera sonrisa asimétrica antes de responder (se interpreta como desprecio, pero con cierta ironía, y puede servir para restarle importancia, como mecanismo de defensa/protección), mirando a la derecha… muestra dientes (rabia) traga en seco como conteniéndose emocionalmente.

Nuevamente ojos hacia la derecha, ejercitando la parte racional, tal vez pensando las consecuencias de lo que va a decir. Y se le suma la elevación del hombro izquierdo que transmite la retención de información.

Negar con movimiento de cabeza antes que una frase que inicia con un “no” es coherente, pues la primera expresión es la que no se puso controlar; fue legítima.

En otro momento de la entrevista, se humedece y aprieta los labios, además traga saliva durante la pregunta nuevamente formulada de si se pudo evitar, si hubo negligencia…y cómo se siente. Esto se asocia a:

-Comprimir los labios: querer decir algo, pero no decirlo; reprimiendo información.
– Lamerse los labios y garganta reseca: pico de ansiedad.
– Comisuras hacia abajo: dolor y tristeza

Respuesta: (Toma aire nuevamente) Yo me siento… (traga saliva, aprieta labios, comisuras hacia abajo) yo me siento impotente, yo me siento, o sea… si hubiera habido algo que me hubiera llamado o que me hubieran dicho “hay que chequear esto”… yo lo hubiera hecho, con todo el gusto.

Empieza una respuesta emocional y luego la mirada hacia arriba, buscado en su mente, le quita la espontaneidad y pareciera que una idea estaba por escaparse y se rescató, o que se sintió la necesidad de afianzarla. Solemos decir que pensar más la respuesta es evocando la racionalidad: las respuestas genuinas son más rápidas y no pasan por un proceso “lógico”.

El encogimiento leve de hombros puede demostrar incertidumbre, falta de respuesta clara y búsqueda de distancia emocional. Del mismo modo, cuando se traba hay nerviosismo; le está costando hablar en ese instante y procesar la situación.

Al preguntarle por las consecuencias de lo sucedido y lo que espera que pase, responde: “Yo no sé. Yo siempre… yo vine, yo estoy aquí (levanta barbilla) … es la primera vez en mi vida que estoy viviendo algo como esto. Yo estoy aquí”.

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Levantar el mentón revela cierto grado de altivez. A seguidas se percibe contracción en el entrecejo y tensión en mandíbula como muestra de enojo, molestia e ira contenida.

Las comisuras alargadas manifiestan que se siente afectado o que siente rechazo acerca de eso que dice. Respira para aliviar estrés, para sacar presión y agarrar fuerza, pudiendo llegar a sentir derrota y sentimientos de frustración.

Info – Ndigital