La República Dominicana da pasos firmes hacia un modelo de desarrollo más justo e inclusivo, con avances significativos en materia de justicia social. En los últimos meses, el país ha experimentado un récord histórico en la creación de empleos formales, acompañado de aumentos salariales progresivos que fortalecen el poder adquisitivo de los trabajadores.

Este crecimiento económico sostenido ha sido posible gracias a políticas públicas enfocadas en dinamizar la economía desde la base, apoyando tanto al sector privado como al emprendedor y priorizando la inversión en sectores estratégicos como la construcción, el turismo, la tecnología y la agroindustria.

Además, a diferencia de otros países de la región, en la República Dominicana no se ha promovido el odio entre clases sociales. Por el contrario, se ha consolidado un discurso centrado en la unidad, el respeto a la diversidad y la construcción colectiva del bienestar nacional.

Estos logros se reflejan en una mayor estabilidad institucional, una clase media en crecimiento y un compromiso del Estado por mantener el diálogo social como herramienta de progreso. La justicia social no solo se predica, se practica —y la República Dominicana lo está demostrando con hechos.