Irán ha elevado la cifra oficial de víctimas mortales a 430 personas y reportó más de 3,500 heridos como resultado de los recientes ataques en el marco del conflicto con Israel. Las autoridades iraníes describen esta escalada como una de las más graves en la región en años, generando preocupación internacional por el aumento de la violencia y sus posibles repercusiones.
Los ataques, que incluyeron bombardeos y ataques con misiles, han afectado tanto zonas civiles como militares, causando una crisis humanitaria en varias provincias del país. Los hospitales están saturados y las autoridades han declarado estado de emergencia para atender la creciente demanda de atención médica.
El gobierno iraní ha condenado enérgicamente las acciones de Israel y ha prometido responder con firmeza ante lo que califica como agresiones injustificadas. A nivel internacional, se han realizado llamados urgentes a la calma y al diálogo para evitar una escalada aún mayor que pueda desestabilizar la ya tensa región.
Organizaciones humanitarias han advertido sobre la necesidad de garantizar el acceso a ayuda médica y humanitaria para los afectados, mientras la comunidad internacional observa con atención cómo evoluciona el conflicto.