Ciudad de Panamá. — En un paso firme hacia la cooperación regional, los gobiernos de Panamá y República Dominicana firmaron este miércoles un memorándum de entendimiento para fortalecer la acción conjunta frente a los desafíos ambientales que afectan a ambos países. El acuerdo, con una vigencia inicial de cuatro años prorrogables, busca impulsar políticas de conservación, combatir la crisis climática y promover el desarrollo sostenible.
La firma se realizó en Ciudad de Panamá entre el Ministerio de Ambiente panameño, encabezado por Juan Carlos Navarro, y el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana, representado por Paíno Henríquez. Ambos funcionarios coincidieron en que la colaboración ambiental entre sus naciones no solo es necesaria, sino estratégica.
“El deterioro ambiental, la pérdida de biodiversidad y la amenaza creciente de fenómenos extremos como incendios forestales y sequías requieren respuestas conjuntas”, afirmó Navarro. Henríquez, por su parte, destacó la importancia de compartir experiencias exitosas y conocimiento técnico para avanzar juntos hacia un modelo de desarrollo más resiliente.
El acuerdo contempla cooperación técnica, intercambio de conocimientos, impulso a la investigación científica y creación de mecanismos de financiamiento para proyectos ambientales. Entre sus prioridades figuran la gobernanza climática, la gestión forestal sostenible, el uso eficiente del agua, la prevención de incendios y la restauración de ecosistemas degradados.
También se abordará la contaminación por plásticos, especialmente en ecosistemas marinos, y se promoverá la economía circular y la gestión integral de residuos. Se utilizarán tecnologías de observación de la Tierra para monitorear el ambiente, detectar prácticas ilegales como la tala y pesca no autorizadas, y responder ante emergencias ambientales.
Ambos países elaborarán un plan de trabajo conjunto con metas, cronogramas y mecanismos de seguimiento. La implementación será progresiva y dependerá de la disponibilidad de recursos financieros, incluyendo acceso a fondos de cooperación internacional en esquemas bilaterales, multilaterales y triangulares.
Este memorándum no constituye un tratado internacional ni crea obligaciones jurídicas vinculantes, pero representa un paso significativo en la diplomacia ambiental del Caribe y Centroamérica.