El Gobierno de Gustavo Petro ha decidido suspender la regla fiscal —el marco que limita el gasto y endeudamiento— tras invocar la cláusula de escape, congelándola durante tres años en medio de una creciente crisis financiera.
Con un déficit proyectado que supera el 7 % del PIB (frente al objetivo de 5,1 %) y pagando tasas de interés más elevadas que Turquía o Brasil, la medida responde a la urgencia por financiar gasto público, sostener subsidios, y atender el servicio de deuda.
Aunque se argumenta que se trata de una herramienta necesaria ante el deterioro fiscal, expertos advierten que envía una señal de debilidad institucional y podría encarecer aún más el crédito, afectando la confianza de inversionistas .
La exigencia de mercados y calificadoras será un plan claro y creíble de ajuste fiscal en el Marco Fiscal de Mediano Plazo, que se presentará el viernes 13 de junio, para evitar un mayor deterioro de la calificación crediticia y frenar la fuga de capitales.