Amnistía Internacional ha lanzado una dura crítica contra los gobiernos de Honduras y Brasil por su respuesta deficiente ante los efectos cada vez más devastadores de la crisis climática. En un nuevo informe, la organización de derechos humanos advierte que ambos países están siendo duramente golpeados por fenómenos como huracanes más intensos, deforestación masiva y la creciente violencia hacia defensores del medio ambiente.

Según el informe, la falta de medidas eficaces y sostenidas por parte de los gobiernos ha dejado a millones de personas expuestas a condiciones extremas, afectando de forma desproporcionada a comunidades indígenas, rurales y en situación de pobreza. En Brasil, la destrucción del Amazonas continúa en ascenso, mientras que en Honduras los huracanes y deslizamientos de tierra provocan desplazamientos forzados y pérdida de medios de vida.

Además, Amnistía denuncia que los activistas que luchan por proteger el medio ambiente enfrentan amenazas constantes, criminalización y en muchos casos, violencia letal, sin que se garanticen investigaciones ni justicia.

La ONG insta a los gobiernos latinoamericanos a adoptar políticas climáticas ambiciosas, proteger a las comunidades en riesgo y garantizar el respeto a los derechos humanos en todos los niveles. La crisis climática no es solo una emergencia ambiental, sino también una profunda amenaza a la justicia social y a la vida misma.