No puede existir una película de Quentin Tarantino sin dosis exageradas de violencia (y muchas tomas de pies), sin embargo, el renombrado director conoce sus propios límites: uno de ellos es nunca meterse con animales.
Tarantino brindó una master class como parte del festival de Cannes donde dio más detalles sobre su forma de trabajar, confesando que aunque su madre le dijo alguna vez que todos son capaces de soportar la violencia con la dosis correcta de contexto, hay puentes al momento de crear sus historias que no es capaz de cruzar.
“Me molesta mucho matar animales en las películas. Es un puente que no puedo cruzar. También a los insectos. A menos que pague para ver un documental absurdo, no pago para ver muertes reales. Parte de la forma en que funciona todo esto es que es pura fantasía. Por eso soporto las escenas violentas, porque todos estamos jodiendo”.
“Me molesta mucho matar animales en las películas» (REUTERS/Yara Nardi)
El cineasta reitero que no sólo no le gusta matar animales en sus películas, sino ver la muerte de estos en otras cintas ya que “la muerte real” es algo por lo no está pagando al momento de entrar a una sala de cine.
“A algún animal, algún perro, alguna llama, alguna mosca, alguna rata, le importa una mi*rda tu película. Mataría a un millón de ratas, pero no necesariamente quiero matar a una en una película o ver cómo matan a una en una película, porque no estoy pagando para ver la muerte real”, amplió.
Tarantino tachó de “incompetentes” a los directores que asesinan animales en las películas para generar morbo sin una verdadera necesidad argumental. Sin embargo, el director también confesó que en diversas situaciones se vio obligado a matar a sus personajes debido a que no sabía qué hacer con ellos, compartiendo ejemplos de dos de sus películas más exitosas: Bastardos sin Gloria y Erase una vez… En Hollywood. El caso de esta última es muy particular dado que se trataba de una “reimaginación” del trágico caso de Sharon Tate.
Quentin Tarantino confesó que muchas muertes en sus películas no fueron planeadas, sino que se obligó a hacerlas para poder seguir con la historia
“Me arrinconé y me dije: ‘¿Y ahora qué hago?’. Y de repente se me ocurrió: ‘Mátalo, joder’. Espera, ¿puedo hacerlo? Pues sí, es mi historia. Pero en el caso de ‘Érase una vez’, la escribí para salvar a Sharon y matar a esos hijos de puta”, contó sobre la muerte de Hitler en su película de 2009.
A pesar de brindar estos detalles, Tarantino no quiso hablar de su próxima película, que hasta el momento lleva el título de The Movie Critic. Durante la plática, el director se vio tentado a interpretar una parte de esta esperada cinta, pero no se lo permitió porque había muchas cámaras alrededor.
Se espera que esta sea la última película dirigida por Quentin y, según información de The Hollywood Reporter, el filme estaría basada en la historia de Pauline Kael, critica de cine y novelista que se hizo de una muy mala fama por las constantes peleas que tenía con sus editores. Respecto a la decisión de retirarse de la silla del director, Quentin confesó a CNN que busca evitar convertirse en un “anciano fuera de moda”.
Pauline Kael (Getty Images)
“No quiero convertirme en ese viejo que esta desactualizado, me siento un poco como un viejo fuera de onda cuando se trata de las películas actuales que se estrenan ahora”, declaró el director en su momento.
Esta actitud ante el cine moderno se reiteró en una reciente entrevista con el medio Deadline donde Quentin Tarantino despotricó contra el streaming y la forma en que miden el éxito de sus producciones.
“No me estoy metiendo con nadie, pero aparentemente para Netflix, Ryan Reynolds ha ganado 50 millones de dólares en esta película y 50 millones en esa película y 50 millones de dólares en la próxima película. No sé qué son esas películas. nunca los he visto ¿Se entiende?”.
En este contexto, el director defendió a Sony asegurando que es la única productora que aún defiende la experiencia de ir al cine.
“No se trata de alimentar su red de streaming. Están comprometidos con la experiencia en cines. Juzgan el éxito por los traseros en los asientos. Y juzgan el éxito por las películas que ingresan al espíritu de la época, no solo por hacer una película grande y costosa y luego ponerla en su plataforma de streaming. Nadie sabe siquiera que está allí”, agregó.